Para mantener afiladas sus katanas de acero, necesita afilarlas con piedras de afilar. Le recomendamos que consulte algunas guías en vídeo antes de empezar a afilar su katana en casa. También puedes pedirle a un herrero local que lo haga por ti.
¿Por qué es tan difícil afilar una katana?
Las katanas son muy difíciles de afilar. Su valor intrínseco y su meticulosa elaboración requieren herramientas de la más alta calidad. El primer reto reside en la curvatura de la hoja y, en particular, en los diferentes ángulos de la punta (Kissaki).
Las hojas curvadas ya son difíciles de afilar, pero la dificultad aumenta con el acero de alta calidad utilizado y la necesidad de mantener la curvatura inicial al afilar.
A diferencia de la mayoría de los cuchillos con un patrón de afilado diagonal, las katanas requieren un afilado desde ángulos opuestos para conseguir el filo más afilado posible. Un error o un afilado excesivo pueden comprometer rápidamente el filo de la hoja.
¿Qué herramientas se necesitan para afilar una katana?
Para afilar una katana se necesitan herramientas específicas, como piedras de agua de grano diverso. Estas piedras pueden ser caras, dependiendo de su calidad. Deben ser muy granuladas y refinadas, ya que cualquier imperfección puede dañar permanentemente la hoja. Una piedra de 2.000 granos, por ejemplo, es ideal para recuperar una hoja desafilada y dañada, mientras que una piedra de 10.000 con un grano mucho más fino es ideal para refinar y afilar una hoja ya afilada.
Además de las piedras de afilar, también se necesitan otras herramientas:
- 1 recipiente con agua limpia,
- 1 paño para limpiar la hoja,
- 1 pulverizador o gotero para mantener húmeda la piedra,
- 1 superficie de trabajo cómoda,
- 1 tornillo de banco o toalla para estabilizar la piedra,
- 1 juego de herramientas para desmontar la empuñadura de la katana,
- y papel o espuma para probar el corte.
Una vez que tenga todas las herramientas necesarias, podrá comenzar el proceso de afilado.
⚠️ Advertencia antes de afilar una katana uno mismo
Antes de empezar a afilar su katana, es crucial dominar algunos puntos clave. En primer lugar, debes utilizar herramientas adecuadas. En segundo lugar, maneja tu katana con sumo cuidado, ya que el más mínimo error puede dañar la hoja y a ti mismo. Por último, recuerde que afilar una katana requiere tiempo y paciencia, así que no se precipite.
Las katanas de acero al carbono (1045, 1060, T10…) pueden afilarse con este método sin problemas. Sin embargo, no recomendamos afilar katanas de acero inoxidable destinadas únicamente a cosplay y decoración.
¿Cómo afilar una katana con una piedra de afilar?
Ahora que ya sabes lo básico, vamos al grano. Hay varias formas de afilar una katana, pero la más tradicional sigue siendo el uso de una piedra de afilar. Estos pasos detallados te guiarán a través del proceso de afilado de una katana, con consejos prácticos en cada fase. Sígalos atentamente para obtener los mejores resultados sin comprometer su hoja.
Paso 1: Preparación de la hoja
El primer paso es retirar la empuñadura (Tsuka), dejando sólo la hoja (Nagasa). Para ello, hay que retirar los Mekugi, las clavijas de bambú que bloquean la espiga de la hoja (Nakago) bajo la empuñadura. Durante esta operación, proteja la hoja en su vaina para evitar cualquier posible incidente.
Para ello, empuje el Mekugi lateralmente desde su lado más fino para sacarlo de su lado más grueso. Si está atascado, utiliza un pequeño martillo para golpear una varilla y sacar el Mekugi.
Una vez hecho esto, coloque la mano en la parte superior de la empuñadura en el Fuchi y empuje con el pulgar y el índice en la guarda. A continuación, tire suavemente del mango a lo largo del Nagako (espiga de la hoja bajo la empuñadura) hasta que quede completamente libre.
A continuación, retire la Seppa, la guarda y la segunda Seppa. Puede dejar el Habaki. En este punto, normalmente tendrás la espiga de la katana con el Habaki visible y la hoja todavía en su vaina.
Paso 2: Preparación de la piedra de afilar
Dependiendo del estado de su katana, utilice una sola piedra de afilar o dos, una de grano medio y otra de grano fino. Empiece siempre con la piedra de afilar de grano más grueso.
Sumerja la piedra de afilar en agua. Las piedras de afilar o piedras de agua tienen poros por una razón: estos microagujeros recogen las partículas abrasivas durante el proceso de afilado, preservando la eficacia de la piedra.
Sin embargo, no se recomienda dejar secar la piedra de afilar, ya que podría resultar en una superficie excesivamente abrasiva, con el riesgo de hacer muescas o dañar la Nagasa de su katana. Sumergir la piedra de afilar en agua limpia de 15 a 30 minutos garantizará que permanezca saturada durante más tiempo al afilar la katana.
Paso 3: Limpiar la katana para eliminar los contaminantes de la superficie
Con el tiempo, el polvo, las partículas e incluso los residuos de aceite pueden acumularse en la superficie de su katana, a menos que se almacene en condiciones muy estrictas. Antes de iniciar el proceso de afilado, es esencial eliminar todos estos contaminantes de la superficie.
Mientras la piedra de agua está en remojo, coja un paño de limpieza y sujete la katana con firmeza. Pase el paño suave y cuidadosamente sobre la Nagasa (hoja), teniendo cuidado de eliminar todo rastro de polvo, partículas, aceite, suciedad u otros residuos.
Paso 4: Afilar la katana
Una vez que su piedra de afilar esté lista, firmemente colocada en su sitio y su katana esté limpia, puede empezar a afilar su katana. Ejerciendo una ligera presión, coloque el filo de la hoja sobre la piedra y deslice la hoja hacia delante y hacia atrás a lo largo de la piedra. Mantén la hoja en un ángulo de unos 20 grados respecto a la piedra, con el filo en contacto directo con ella. Aplique golpes ligeros y regulares para afilar ambos lados de la hoja de manera uniforme, por ejemplo, alternando de 5 a 10 golpes en cada lado de la hoja. Mantenga un ángulo constante durante toda la operación para evitar dañar el filo. Humedezca la piedra con el pulverizador de agua cada 10-20 pasadas.
Comprueba regularmente cómo progresa, haz una prueba cortando una hoja de papel deslizándola por el filo. Cuando estés satisfecho con el resultado, limpia la hoja con agua y sécala con un paño limpio. A continuación, afila la punta de la katana, siguiendo los ángulos del mismo modo.
Tu katana ya está afilada y lista para usar. Con la práctica, afilar tu katana será más fácil y rápido. Ten paciencia, tómate tu tiempo y utiliza siempre las herramientas adecuadas para que tu katana conserve su filo durante muchos años. Afilar una katana requiere paciencia y atención al detalle, pero el resultado merece la pena. No olvides limpiar tu katana adecuadamente, para que se desafile con menos rapidez.
Otras maneras de afilar una katana
Algunos entusiastas de la katana prefieren explorar métodos alternativos para afilar sus hojas, a menudo motivados por la rapidez que requiere la técnica tradicional con piedras de afilar. Además, algunos pueden disponer de herramientas en su garaje o taller para restaurar el afilado de sus katanas de forma más expeditiva. Aunque presentamos estos métodos alternativos, no los recomendamos. Pueden causar rápidamente daños permanentes a su hoja, además de ser menos eficaces.
Cinta abrasiva
Este método es especialmente popular entre las personas con poco tiempo. Simplemente encendiendo el aparato y colocando la Nagasa sobre la cinta abrasiva, se puede recuperar el filo en pocos minutos. Sin embargo, muchos expertos en espadas desaconsejan este método a los principiantes, especialmente a aquellos que nunca han afilado una katana.
Amoladoras y herramientas eléctricas similares
Las herramientas eléctricas ofrecen una alternativa más rápida a las cintas abrasivas para afilar espadas japonesas. No obstante, su manejo puede ser un problema para los principiantes, y existe un mayor riesgo de dañar la katana debido a la rapidísima acción abrasiva.
Togishi: los artesanos japoneses del pulido y el afilado
Los Togishi, maestros en el arte de afilar y pulir katanas, ocupan un lugar central en la centenaria tradición japonesa de la espadería. Desde el periodo Kamakura, entre 1192 y 1333, el afilado de katanas se consideraba una forma de arte y espiritualidad.
Aunque los espaderos modernos pulen y afilan sus creaciones, antaño esta tarea se confiaba exclusivamente a los Togishi, especialistas en el pulido de katanas. Hoy en día, estos artesanos son escasos, ya que el dominio de este arte requiere una formación intensiva y una rigurosa certificación por parte de la Sociedad para la Preservación de la Espadería Japonesa.
Un Togishi certificado por la NBTHK debe someterse a un aprendizaje de diez años, el doble del periodo necesario para aprender el arte de la espada. Esta rareza subraya la importancia y el valor de estos expertos, ya que confiar la katana a cualquiera sería imposible. Es crucial distinguir entre pulir y afilar una katana. El pulido da forma al filo de la katana (Ha) y le confiere su aspecto distintivo, mientras que el afilado, que es mucho más rápido, sólo lleva unas horas.